A caballo entre oriente y occidente la perla del oriente medio os espera entre antiguas ruinas y bosques de cedro.
Marcado por décadas de conflicto, Líbano comienza a abrirse camino en el mundo exterior. El antiguamente considerado «París de Oriente», desapareció del mapa turístico al estallar la guerra civil en 1975. En la actualidad, Líbano lucha por consolidar la opinión de que no sólo es factible viajar, sino que, además, puede hacerse sin complicaciones. Aun así, pocos son los que se acercan al país de los cedros, aunque este tiene mucho que ofrecer. Es por este motivo que desde TERRES Llunyanes os animamos a disfrutar de unas vacaciones en Líbano ya sea en un viaje en grupo reducido como en un viaje a medida.
Mezcla de oriente y occidente, un viaje a Líbano es adentrarse en un crisol de culturas escondidas en medio de un paisaje seductor. Por sus tierras viajaremos al pasado, a los tiempos en que las grandes civilizaciones se creaban y destruían. Antiguas ruinas nutren un extenso legado cultural que nos habla de los fenicios y los romanos, pero también de los omeyas y los musulmanes. En la pintoresca población pesquera de Byblos encontraremos el yacimiento arqueológico que, según la Biblia, fue la ciudad más antigua de la humanidad. La portuaria Sidon nos mostrará los restos de una de las viejas ciudades fenicias mientras que en la presuntuosa Baalbeck encontraremos los templos monumentales mejor conservados construidos bajo dominio del Imperio Romano. Nos encontramos ante un destino ideal para los amantes de la historia.
Pero más allá de las soñadas Trípoli y Beirut donde pasear entre mercados y baños árabes, Líbano postula como una buena opción para los adictos a los viajes activos. Las cordilleras del Monte Líbano y del Antilíbano ofrecen al viajero reservas naturales de cedros salpicadas por pequeños pueblos, un lugar mágico donde realizar trekking y senderismo. Visitarlo será una de las mejores opciones para una escapada de semana santa. Aunque los que el frío no os asusta Líbano también tiene lujosas pistas de esquí donde disfrutar de la nieve durante la temporada invernal. Sin olvidar que en la escarpada Valle del Qadisa encontraremos la bonita población de Bisharri famosa por el bosque de cedros milenarios, símbolo nacional y bandera del país.
Líbano son también sus habitantes, la cultura libanesa, que se caracteriza por su genuina hospitalidad. Así nos encontraremos compartiendo un rato con alguno de ellos dentro de su hogar, momentos únicos donde tendremos la oportunidad de conocer de cerca su realidad, una sociedad apasionante y compleja.
Tierras de contraste, la magia de un destino poco visitado os espera en un viaje a Líbano, el país de los cedros.