Mezcla de grandes civilizaciones Irán es un tesoro, una caja repleta de sorpresas esperando para seducir al viajero.
Cuna de grandes civilizaciones, Irán nos transporta a la grandeza de un legado fascinante. Origen Antigua Persia, fue desde los tiempos del Darío I una tierra conquistada por los nombres más famosos de la historia, como Alejandro Magno o Genguis Khan. Sus vestigios fueron un espejo donde otras culturas se miraron.
De aquella Antigua Persia hoy queda muy poco, pero no por ello deja de ser un lugar muy recomendable para los viajeros amantes de los más hermosos paisajes y de ciudades y pueblos repletos de historia, y es que viajar por Irán es como pasear sobre un libro de historia abierto donde todavía resuenan los ecos de un glorioso pasado.
A pesar de que su nombre, a día de hoy, no invite a realizar un viaje por estas tierras lejanas no es menos cierto que la persona que llega hasta allí reconoce, a su regreso, que probablemente sea uno de los mejores viajes que se pueden realizar.
Irán tiene mucho que ofrecer al viajero. Desde las ruinas de lo que antaño fueron las ciudades de Susa y Persépolis a la belleza de la arquitectura islámica de inigualable colorido sin olvidar, por supuesto, el aura mística y misteriosa de los templos de fuego zoroastristas.
Pero Irán es mucho más que historia y arquitectura, son altas montañas donde se puede esquiar, playas donde conocer los fondos marinos del Golfo Pérsico, desiertos de dunas que se pierden en el horizonte… Irán es conocer la vida de los nómadas en los montes zagros, se pasear entre el bullicio de sus bazares, es escuchar la melodía del tar y el daf mientras tomas un té. Irán es enamorarse de una tierra sin precedentes, un lugar de historia magnificado por la cálida hospitalidad de sus habitantes.