El paraíso olvidado y paraíso de grandes viajes por América. Si existe un rincón de América que pueda hacernos vivir viajes de cualquier índole es este. Ya sea en viajes en grupo, viajes de aventura o viajes a medida, Guatemala es siempre sinónimo de viajes alternativos. Nos sorprenderán sus ciudades de calles adoquinadas y sus casas coloniales pintadas de colores suaves y frescos, o sus mercados repletos de gentes amables de arraigadas costumbres y profunda religiosidad. Y sus selvas espesas, llenas de vida, dónde al cerrar los ojos escucharemos miles de sonidos, invadidos por un profundo olor a tierra húmeda, y al abrirlos de nuevo, descubriremos, imponente ante nosotros, los restos de lo que un día fue la más grande y antigua de las ciudades mayas, Tikal.
Guatemala tiene un 41 por ciento de población indígena. Es el segundo país de américa seguido de Bolivia con mayor porcentaje de pueblos originarios. Este país ofrece al viajero experiencias alternativas que quieren tener contacto directo con las comunidades indígenas y conocer sus costumbres ancestrales. Un país y una población muy castigada por una larga guerra civil y que ha sabido mirar hacia adelante con gran fuerza y lucha por sus derechos y libertades. Guatemala es el corazón del mundo maya. Su historia y situación geográfica lo han convertido en uno de los destinos más atractivos de Latinoamérica, proporcionando a la vez la opción de combinar un viaje de aventura con la arqueología, la historia, la cultura y la naturaleza.
Viajar a Guatemala es una experiencia casi mágica, pasear por sus coloridas ciudades de tradición colonial, sus mercados repletos de una vida apabullante, el olor a tortillas y mazorcas de maíz asadas en sus calles, la espiritualidad de su pueblo mezcla de ritos ancestrales con santos inimaginables y cultos cristianos…
Descubrir sus ciudades, como la magnífica Antigua Guatemala, es un auténtico placer. Esta desvencijada joya fue capital durante la época colonia, y es poseedora de una belleza única y atemporal, debido sobretodo, a los detalles arquitectónicos que nos rememoran tiempos pasados y a los efectos que, los sucesivos terremotos, han tenido sobre su patrimonio. Si a ese sentimiento nostálgico le añadimos su entorno, marcado por la presencia imponente de varios volcanes como el volcán Pacayá, el Tajumulco, el volcán de fuego o el de agua, se convierte en un punto inevitable de cualquier viaje. En nuestros viajes visitaremos los 12 pueblos con nombres de santos de alrededor del Lago Atitlán, considerado uno de los más bellos del planeta como las comunidades de San Juan de la Laguna, San Marcos, San Pedro que nos ofrecen una oportunidad única para conocer de cerca a los guatemaltecos de las étnias tzutuhil, los quiché y cakchique, porque Guatemala, sobre todo, es su gente y la lucha de sus comunidades para la supervivencia de sus culturas y lenguas.
Nuestra incursión en los increïbles mercados de los comunidades indígenas como el mercado de Chichicastenango, San Francisco el Alto o el de Todos los Santos no harán más que resaltar que este es sin duda uno de los mejores viajes por centroamérica. Con nuestra apuesta por un turismo responsable y comprometido, nuestros guías TERRES os darán información de como interactuar y minimizar nuestra presencia.
El legado maya sigue dominando el carácter y el devenir de este pueblo. El rico patrimonio maya y su asombrosa cultura han dejado algunas de la ruinas más impresionantes a día de hoy, como los templos de Tikal, que se alzan en mitad de la espesura de la selva, El Mirador en la jungla del Petén, o los menos conocidos Quiriguá, al Noreste del país cerca de Izabal, o Takalik Abaj en la falda de la cordillera de la Sierra Madre.
Si a todo eso le añadimos una naturaleza exuberante, Guatemala resulta el destino ideal para vivir un viaje de ensueño fusión perfecta entre la aventura y todos los servicios que un viajero desea.
Su campiña es extraordinaria, mezcla de volcanes, lagos, bosques, maizales, junglas, y esa vida rural que seguro os cautivarán. De la costa a las montañas atravesamos 32 microclimas. Al oeste del país el Volcán Pacaya esperando ser explorado. Su ascenso no resulta complicado y es impresionante disfrutar del espectáculo de las fumarolas y a veces, incluso de ríos de lava. Al norte la Reserva de la biosfera Maya con la jungla de El Petén y toda su vida natural rodeando restos mayas. Al este del país Río Dulce, que conecta el Lago de Izabal con el Mar Caribe hasta Livingston, por lo que es un importante corredor biológico para especies como el manatí, y con un bosque lluvioso en su margen que ofrece un paisaje sorprendente hasta llegar a tierras de los garífunas.
El centro nos atrapará con un espeso bosque tropical, hábitat del Quetzal, donde hallaremos lugares como Semuc Chempey (donde el río se esconde bajo las piedras), allí el río Cahabón da origen a un gran número de pozas de color verde turquesa o jade que van cambiando a lo largo del año en función del clima, sol y otros factores naturales, un espectáculo impresionante que no hay que perderse.