Croacia es historia, cultura, patrimonio, paisajes, playas, acantilados, calas, monumentos, gentes … y todo en un enclave privilegiado lo que la convierte en una perla a descubrir.
Se hace difícil explicar que puede representar un viaje a Croacia, ya que es realmente un lugar único y especial. No solo por su mar de aguas cristalinas y limpias, sino también por sus miles de años de diferentes culturas. También por su ubicación en el Mar Adriático, lugar de nacimiento de civilizaciones antiguas y por el hecho de que en el pasado a lo largo de su frontera oriental se extendía la línea que dividía la cultura entre Oriente y Occidente. Croacia ha sido cuna de pueblos y culturas que queda demostrado en sus monumentos y ciudades históricas. Todo esto la hace ideal para un viaje en grupo, un viaje a medida, un viaje en familia o un fly and drive para moveros a vuestro aire.
Sus antiguas ciudades milenarias, Zagreb, la capital, con una rica vida cultural y llena de monumentos; Dubrovnik, la ciudad amurallada, que da vida a «Desembarco del rey» en la conocida serie Juego de Tronos; Split, con el Palacio Romano construido por orden del emperador Diocleciano; Trogir, con su casco antiguo situado en un pequeño islote entre el continente y la isla de Ciovo; Porec, donde su Conjunto Episcopal de la Basílica de Eufrase junto con la Catedral de Santiago de Sibenik estan declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; Zadar, donde su casco antiguo está construido en una larga península; Ston y Mali Ston con su inmensa y larguísima muralla, entre otros.
Croacia también es historia, y una historia complicada y compleja resultante de la influencia de las diferentes culturas de las que ha formado parte a lo largo de los años. Comenzando con asentamientos de neandertales en el Paleolítico, encontrado cerca de la ciudad de Krapina, pasando por las diversas colonias griegas como las islas de Hvar y Vis, y luego pasando a formar parte del Imperio Romano en el año 9 d.C. En la primera mitad del siglo VII fue invadida por los avaros y los croatas, y en 925 lograron un reino independiente, el Reino de Croacia. Durante el feudalismo se convirtió en parte del Reino de Hungría y más tarde se convirtió en parte del Imperio Austriaco de los Habsburgo para protegerse de los otomanos. Alrededor de 1868 recuperó la autonomía, y luego pasó a formar parte del Reino de Yugoslavia alrededor de 1918, que en 1945 se constituyó como la República Popular Federativa de Yugoslavia. Hasta 1991 que la República de Croacia se declaró como estado independiente.
Pero por si una cosa es conocida y destaca es por su riqueza natural. Es uno de los países con más biodiversidad de Europa, conocido por la amplia variedad de hábitats diferentes como los karst, grandes bosques, humedales, pantanos, lagos y, por supuesto, los hábitats costeros y marinos, que incluyen entre otros las islas dálmatas. Cuenta con más de 400 áreas protegidas, incluyendo 8 parques nacionales, diez parques naturales y dos reservas naturales. El más conocido El parque nacional de los lagos Plitvice con bosques espesos, cascadas, lagos y manantiales de aguas cristalinas fue Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. O también el Parque Nacional Paklenica formado por el cañón kárstico del río Paklenica y bien conocido por sus cuevas. O el más reciente, en términos de su creación como parque nacional, el parque nacional Sjeverni Velkebit donde destaca su riqueza en fenómenos kársticos y belleza espectacular.
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, el Conjunto Episcopal de la Basílica de Eufrase en Porec o la Catedral de Santiago de Sibenik todos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conviven en perfecta armonía con los diversos Parques Nacionales y Naturales, con sus paisajes, lagos, playas, calas, acantilados. Este cúmulo de patrimonio, cultura, historia, paisajes, costa, islas convierte a Croacia en la verdadera Perla del Adriático.
