En Burkina Faso uno de los mayores atractivos del país son las Sukhalas, casas tradicionales pintadas con diseños, geométricos e ilustrativos que tienen un gran significado de vida, sabiduría o fertilidad.
Los viajes de turismo cultural no son exclusividad de ningún continente y en África hay grandes muestras de ello y desde TERRES Llunyanes ofrecemos una gran diversidad de destinos que lo demuestran. Un gran ejemplo de ello es Burkina Faso. Pueblos, mercados, y una gran diversidad étnica, desde los mandinga hasta los tuareg, pasando por los fula, peul, o los dogón, forman un gran tapiz étnico en esta zona del continente africano y lo convierte en un gran destino para conocer algunas de las tribus de África.
Burkina Faso, en el corazón geográfico del África Occidental, antiguo Alto Volta superior, o simplemente Faso para los lugareños, es ese lugar que permanecerá para siempre en el imaginario del que lo visita, y en el corazón del que sabe disfrutarlo.
Mezclarse con su gente, visitando sus mercados o impregnándose de la esencia de un pueblo amable y relajado es la mejor manera de conocer esta tierra. Un país de desiertos, de extrañas formaciones rocosas, de campos verdes y paisajes fascinantes que se entremezclan con culturas ancestrales.
En cualquier viaje a Burkina Faso, es imprescindible las visitas a, Bobo-Dioulasso, las cascadas de Karfiguella, Tiébélé, Uagadugú, el lago Tengrela, los picos de Sindou o los Domes de Fabédougou.
Burkina Faso vive todavía a día de hoy de sus tradiciones y rituales. Existen dos elementos característicos de su cultura, las máscaras indígenas y sus danzas.
Las máscaras utilizadas principalmente en la zona del Sahel están hechas para, los rituales de sacrificios a los dioses y espíritus animales. Entre las más trabajadas y más hermosas encontraremos las de los Bwa imitando las de sus vecinos Guruntsi y Bobo. A día de hoy estas máscaras Bwa siguen utilizándose, no solo para las ceremonias de iniciación, sino que también son utilizadas en los funerales o incluso en los días de mercado.
Por otra parte, las danzas se practican para evocar los deseos de sus habitantes, para obtener la bendición de sus espíritus.
Para disfrutar de la mejor manera de toda la esencia de Burkina os recomendamos viajar de noviembre a febrero sin descartar de marzo a mayo. Nuestro verano e inicio de otoño suelen ser fechas en las que la climatología es algo más adversa.