Viajar a Belize es hacerlo a un pequeño pero rebosante país donde la jungla, el mar y la cultura se unen en simbiosis perfecta. Con un tamaño similar al de la Comunidad Valenciana, este país a caballo entre la jungla centroamericana y el mar Caribe, se abre al viajero como un lugar ideal para vivir grandes aventuras.
Por un lado, su impresionante barrera de coral, la segunda de mayor tamaño del mundo tras la australiana. Son más de 100 clases de coral y 500 especies de peces tropicales las que albergan estas cálidas aguas. Bucear por sus corales o incluso alcanzar el espectacular agujero azul resulta increíble. Pero si incluso quieres una aventura algo más cercana a la orilla, no hay nada como deambular por sus cayos y disfrutar de la vida costera navegando en kayac o simplemente descansando en una hamaca.
Por otra parte Belize aún aguarda más sorpresas, en este paraje vivió una de las civilizaciones más enigmáticas del mundo, la maya. Y en su territorio incluso podemos ver restos de esta cultura en algunos yacimientos arqueológicos.
Belize, mezcla de culturas criolla, mestiza, maya, garífuna… es también el hogar de una jungla espectacular en su interior. Con una enorme red de reservas naturales y parques en ella se entremezclan bosques, riachuelos y lagunas. Y es el hogar de 570 especies de aves, monos, reptiles como la iguana verde, e incluso jaguares. Pero si hay un rey en esta jungla es el considerado el animal nacional de Belice, el tapir centroamericano.